martes, 19 de marzo de 2013

La Gramática como instrumento, no como fin

Para aprender una lengua desde el enfoque comunicativo un aprendiz no necesita sólo reflexionar sobre el código, sino servirse de él en acciones. Por ello la Gramática se debe contemplar como un instrumento, nunca como un fin.
El uso de la lengua se encuentra ligado a sus condiciones de producción y recepción, constituyendo objeto de estudio la lengua en su contexto y sus unidades, con la finalidad de analizar la intención comunicativa y la interpretación.
El empleo de las fórmulas convencionales en la comunicación cotidiana facilita la comprensión entre los miembros de una comunidad lingüística, de ahí que sea importante tener en cuenta estas fórmulas a la hora de enseñar una lengua extranjera, especialmente en los primeros niveles.

Existen preferencias divergentes en cuando al uso de unas formulaciones u otras para un mismo acto, por lo que traducir literalmente la fórmula de una lengua a otra puede ocasionar malentendidos.

P.e. En España, sentados a la mesa, sería normal que alguien dijese: 'Pásame la sal', lo cual para un inglés sería algo totalmente descortés, puesto que la fórmula de su petición sería más atenuada.
De ahí que haya que tener presente que la adecuación de una fórmula depende siempre de quién sea el destinatario y de su relación con el emisor, así como del tipo de petición de que se trate. Así, al desarrollar actividades en el aula relacionadas con fórmulas convencionales, no basta con enseñar frases correctas, sino que hay que aportar información acerca de del grado de adecuación una fórmula determinada a un tipo de situación concreta.



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